viernes, 22 de abril de 2016

SEQUÍA

Había una vez un pequeño pueblo, cuyas principales fuentes de ingresos eran la agricultura y la ganadería.  Como consecuencia del prolongado período de sequía estaban en serio peligro las producciones agrícolas y, como consecuencia inevitable, era necesario comprar forraje, puesto que los campos estaban agostados.

Reunieronse los vecinos con el alcalde y, acompañados por este, acudieron a hablar con el cura del pueblo, al que solicitaron organizara una rogativa pidiendo al Cielo una lluvia generosa que llenara los acuíferos y empapara la tierra, para que se acabara aquélla angustiosa situación.

Accedió el cura y se organizó la rogativa para el siguiente domingo. Acudieron todos los vecinos. Los niños de la mano de sus padres, los más ancianos y los discapacitados en sillas de ruedas, ayudados por los que gozaban de salud.

La rogativa, en procesión encabezada por la imágen de la virgen del lugar, seguida del cura, el alcalde,  el maestro, el médico y el cabo que comandaba el puesto de Guardia Civil, recorrió todas y cada una de las calles del pueblo, finalizando en el interior de la iglesia. No hubo ausentes; ni siquiera los acérrimos contrarios a la religión dejaron de participar. Aquéllo no era cuestión de fe o de partidismos.  Hacía falta el agua.

Finalizadas las ceremonias, salieron todos a la calle. El cielo era de un azul intenso.  Ni una sola nube a la vista y un sol radiante iluminaba el ambiente.

El alcalde,  como máxima autoridad del pueblo increpó al cura,  pidiéndole explicaciones por el nulo resultado de la rogativa.  Este preguntó,  a su vez :" Si tenían tanta fe en que iba a llover, por qué ninguno de ustedes llevaba paraguas?".

Hoy, según el telediario,  en tanto S.M. Felipe VI lleva a cabo las conversaciones con los dirigentes políticos, el Gobierno Provisional está preparando  nuevas elecciones.

Está claro que la fe que tienen los políticos en su capacidad para dialogar y establecer las bases que permitan un gobierno sin más dilación,  es tan escasa como la de los vecinos del pueblo en la rogativa.

Con estos políticos,  podemos confiar en que los problemas que afectan a los españoles tengan solución ?

Albergo serias dudas.

2 comentarios:

  1. Querido Paco: No se si alguien te habrá dicho las cosas como yo. Pero estoy totalmente en contra del político profesional. El ciudadano, como tal, tiene que resolver su vida económica y social, sin necesidad de ganar dinero haciendo política o derivándolo de ella. El dinero (y el poder) pudre la democracia. Hoy, en estos momentos, son experiencias irrevocables a los 92 años de edad y trabajo social intensivo. Tu Historia tiene mucho sentido y nuestros deberes como padres y abuelos (sabes que lo digo con frecuencia) nos obligan a hacer lo que estamos haciendo hoy. Saludos afectuosos. Paco

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