miércoles, 10 de junio de 2015

LOS MISERABLES

Se me nubla la vista
y las carnes me tiemblan
cuando veo la risa
en sus bocas risueñas

Hablan, sin haberlas conocido,
del hambre y de la miseria;
cierran al dolor sus oídos
y tienen la despensa llena.

Miran hacia otro lado
cuando se embarga una casa
y el sueño no lo han perdido
porque a ellos no les pasa.

El paro, que es un problema
que a la mayoría preocupa
no es, para ellos, dilema
y su tiempo no ocupa.

Desde su elevada altura
solo ven las montañas,
no a quienes, como hormigas,
en sus labores se afanan.

Por eso, sintiéndose dueños,
desde su altura y lejanía
nada perturba sus sueños
en la comodidad de su infamia


Dedicado a quienes teniendo en su mano el poder y la posibilidad de mejorarr las cosas hacen lo imposible por conservarlas, caiga quien caiga

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