Tengo un problema con mi teclado.
Seguramente, debido a eso que llaman obsolescencia y que los de a pie llamamos
uso, pulso la tecla “ y” me devuelve la letra “n”. Eso produce que cuando
escribo Rajoy, en pantalla aparece Rajón. Esto lo digo, más que nada, por si se me cuela más adelante, aunque peor sería que apareciera “rajao”. Pero bueno,
eso ya es cuestión de lo que piense cada uno.
Seguramente , desde Australia, Rajoy ha echado de menos a Mas y, más o menos, la situación
iniciada por Mas, al menos ha venido
a demostrar, una vez más, que no
todos somos Mas, ni mucho menos. Por éso, Rajoy le va a escribir a Mas una carta, diciéndole algo más.
Si la cosa no ha ido a más con el Sr Mas, por menos a más de uno nos hubiera costado más
de un disgusto . Pero ya se sabe, todos somos hijos de Adán, pero Mas cree que
él lo es más y así debe ser porque
por más que haga, no tiene más problemas. Yo diría que menos.
En fin, que aunque seamos más los que no estamos de acuerdo con
Mas, no por ello hemos de cuestionar el derecho de los menos a aspirar a algo más,
aunque Mas sea el que menos padezca
porque, seguro, que cree que tiene mucho más
que ganar.
Supongamos que a Mas le dan más transferencias que a otros. Supongamos
que le dan más financiación. Supongamos
que eso es, más o menos, lo que realmente quiere. Por
lógica, los demás tendrán menos que
Mas, porque cuanto más se reparta, a menos tocamos; simple operación aritmética.
A mí, sinceramente, no me importa que a
Mas le den más, ni mucho menos. Lo que puede importarme es que,
por más que le den, siga creyendo que
tiene menos de lo que le corresponde
y no pare de pedir más y más.
No sé que pensar de todo esto. ¿Será
que Rajoy quiere hoy más a Mas,
pero menos de lo que pueda quererlo
mañana?
En fin yo, como decían antes,digo que más vale pájaro en mano, que ciento
volando. Aunque, está claro, que cien es más
que uno.
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