Ayer leí en una revista
que hay mucha basura espacial
y algo tan especial
no he de perder de vista.
Porque he pensado en Alicante
que, si por bella fue conocida,
hace mucho y hasta este instante
estaba abandonada, perdida.
Era una ciudad tan sucia
que se ganó el cuarto puesto.
No limpiaban cada día,
ni en febrero si era bisiesto.
Las esquinas de las calles
estaban repletas de orines.
También latas, papeles
y muchas cosas afines.
Queriendo la basura ocultar
los responsables intentaron
esconderla bajo alfombra.
Como tan grande no encontraron
con la basura llenaron
una aeronave que fletaron
poniéndose manos a la obra.
Dispuestos a alcanzar la Luna
la nave al espacio lanzaron
más, por el camino pensaron
tirar suciedad y basura
Y así nuestro cielo dejaron
en buena parte plagado
de resíduos que perduran
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