martes, 3 de noviembre de 2015

CURIOSA HISTORIA

En un libro leído recientemente constaba la siguiente inscripción bajo el título: " La curiosa historia de los elementos"

Durante el, para muchos, largo período de nuestra democracia actual, hemos tenido oportunidad de conocer a muchos "elementos". Algunos están ya en la cárcel y ,como es habitual, no sólo no han devuelto lo que robaron, sino que - además - nos está costando dinero mantenerlos en la comodidad de su encierro.

Seguramente la " historia"  de estos "elementos" puede que sea curiosa. Nada ejemplar por supuesto.

Resulta frustrante constatar, casi día a día, que los delitos que afectan gravemente a la sociedad siguen teniendo ventajas comparåndolos con los cometidos por los rateros de medio pelo o los de quienes, forzados por la necesidad ( hambre, paro, etc,) se han visto en manos de la justicia.

Estos " elementos" cuyas " virtudes" deberían ser amplia y socialmente rechazadas resultan, en virtud de la falta de aplicación de la justicia ( por legal que sea ) ejemplo a seguir por parte de quienes sintiéndose abandonados por la sociedad, entienden que también tienen derecho a incrementar su patrimonio a costa de los demás, con la certeza de que no van a sufrir graves penas.

Lamentablemente, muchas de las incursiones de estos "elementos" se han realizado amparándose en la cobertura de partidos políticos, que han utilizado como tapadera de actividades fraudulentas ,dado así lugar a un descrédito de la clase política, en general, que ha producido, a su vez, una visión generalizada de que los políticos son corruptos, con la consecuencia de que muchos ciudadanos son escépticos con respecto a las ventajas de votar a unos u otros en las elecciones.

Claro está que quienes se ven afectados en mayor medida son los partidos que han tenido oportunidad de gobernar, puesto que los otros son, presuntamente, intachables al no haber tenido " oportunidad" de corromperse.

Deberemos aceptar que el problema de la corrupción nada tiene que ver con los organismos ni con las estructuras sociales. El problema está en las personas que los forman o dirigen.

Se hace, pues, necesaria una regeneración personal y social, recuperando conceptos que han sido dejados atrás en virtud de esa "modernidad" que los ha rechazado como "antiguos".

Pero ética, honradez, obligación, esfuerzo, respeto... son absolutamente imprescindibles para esa regeneración.

2 comentarios:

  1. En efecto, los nuevos partidos presumen de intachables pero ya apuntan maneras antes siquiera de conseguir su porción de poder.

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  2. Sus buenas palabras no pueden ocultar eso de "el poder corrompe y el poder absoluto corrompe, absolutamente"

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