La gente del tres por ciento,
ésa que nunca se acaba
y de la que algunos,por cierto,
sus torcidas virtudes alaba,
pasea erguida por la calle
y no baja la mirada.
Esa gente ha conseguido,
con su patriotismo de estampa,
engañar a los más listos
mientras llenan su "buchaca",
importándoles bien poco
dejarlos en la estacada.
Ellas hablan con orgullo.
Sobre sus hombros de casta,
en sus cerebros podridos,
su febril mente repasa
como engañar al amigo
continuando la farsa.
Así van pasando los días
y va muriendo la esperanza
de quienes en ellos fiaban
presos de sus palabras;
palabras que están vacías,
palabras que son mentiras.
Palabras, tan solo palabras
Creo que algunos piensan incrementar ese 3% que ya va siendo un poco escaso.
ResponderEliminarEl cuento de la gallina de los huevos de oro parece que sigue siendo un desconocido para bastante gente
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